En 1963 fue publicada la primera edición de la Teoría de la Restauración de Cesare Brandi que abordaba numerosos aspectos éticos de la restauración en defensa de la autenticidad de la obra de arte, tanto en el plano histórico como en el estético. El concepto de restauración que se expresaba en el texto es el siguiente: la restauración constituye el momento metodológico del reconoscimiento de la obra de arte, en su consistencia física y en su doble polaridad estética e histórica, en vista de su trasmisión al futuro.La teoría de la restauración de Brandi influyó fuertemente el entero panorama internacional y sigue siendo hoy en día, un texto fundamental de referencia. Este texto ha influido en la Carta de Venecia del 1964 y la posterior Carta de Restauración italiana de 1972.
En el 1959 se creó en Roma bajo el alto patrocinio de la UNESCO, el ICCROM, el International Centre for the Study of the Preservation and Restoration of the Cultural Property..
A partir de 1962 en Bruselas en Bélgica el Institut Royal du Patrimoine Artistique empezaba la actividad de formación de los restauradores especializados en el sector de la pintura. Los restauradores de Bélgica, muy cercanos al enfoque metodológico italiano, llevaron en América Latina métodos y conceptos de restauración italiano, como por ejemplo la integración la laguna con el rigattino o tratteggio. Aún en Peù se recuerda que fue un experto de Bélgica a enseñar este método de origen italiana.
La Carta de Venecia de 1964 definía los criterios de la restauración y por lo tanto, constituía la base para los futuros códigos éticos de la profesión del restaurador, para ser luego aceptados en todo el mundo. En los años 60 continuaba en Roma la formación dentro a el Instituto Central de la Restauración con el mismo modelo formativo delineado en los años 40 (escuela con la duración de 3 años, amplia gama de disciplinas, tanto en el marco histórico, como en el marco técnico-científico y dos direcciones: restauración de la pintura y restauración de los materiales arqueológicos). En Alemania se discutía sobre si la profesión del restaurador debiera pertenecer todavía al campo de la artesanía o si debiesen ser activados cursos de licenciatura especializada en esta disciplina.
En los años 60 eran sólamente 4 las escuelas de restauración calificadas en Europa. A partir de los años 70 fueron creadas nuevas instituciones para la formación de la restauración. Algunas Universidades en Francia, Holanda, Suiza, Portugal y España crearon cursos de licenciatura especializados en el sector de conservación.
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